Gabriela Arciniega Fernández
Nacida en Madrid. Licenciada en ADE, trabajo en el mercado financiero. Escribía cuentos de pequeña y ganaba los concursos de mi colegio y mi localidad.
Siempre he sido una persona sensible, risueña, soñadora y con necesidad de expresar mi mundo lleno de color, a veces con claroscuros. En ocasiones lo he hecho a través de la escritura, pero también a través del baile o cualquier otra forma de expresión. No me considero para nada escritora, o no al uso; reflejo mi interior, lo lanzo de mis manos al precipicio del papel.
Mi primera novela, no publicada, en la que vieron un potencial a explotar, fue Carlos y los Devorasueños; la segunda, publicada en 2018 por Ediciones Atlantis, fue Tres faldas, un cupcake y una caja de prozac, una novela femenina que ahonda en el poder de la amistad e incide en que rara vez las cosas y las personas son lo que parecen a través de una trama de suspense.
Empecé a escribir poesía en el 2014 cuando una amiga me introdujo en un grupo de poesía afincado en Tudela, El club de la rima, donde intercambiamos poemas todos los viernes. Ahí germina la semilla de este poemario tan personal, que me ha acompañado en los momentos felices y me ha sostenido en los tristes.